En este mundo nada es constante, lo único constante es el cambio. El cambio es necesario para evolucionar, porque si no evolucionamos; retrocedemos, y ¡pa´atrás ni pa´coger impulso!
Pienso que como arquitectos somos tan observadores y detallistas, que cuando hacemos algo lo miramos, lo miramos, y lo miramos, porque creemos que siempre puede quedarnos mucho mejor, o que podemos conseguir otra solución al problema de diseño al que nos enfrentamos. Es una búsqueda en la que te vas enriqueciendo de las propias experiencias, del ensayo y error, mejorando cada día para lograr cosas nuevas, diferentes, originales. Supongo que es el llamado «ojo clínico» que tenemos, con el que por ejemplo podemos saber una distancia a simple vista sin necesidad de medir.
En mi caso, mi «ojo clínico» me decía que algo podía mejorar. Por eso he querido refrescar la imagen de mi logo y los colores de mi marca personal. Tengo que confesar que cuando empecé con este blog ¡no tenía ni un logo!, pero quería empezar pronto así que hice algo rápido y me lancé a escribir. Como idea inicial estaba bien, pero hacía falta refinar un poco. Y es que yo siempre he dicho que si vamos a hacer algo, tenemos que apuntar a hacerlo lo mejor posible.
Así que esta es la nueva imagen más fresca, sin perder la esencia del original, mezclé el tono gris con uno de mis colores favoritos que es el azul turquesa, unas marcas de agua con formas curvas para ir en armonía con las letras de mis iniciales y una tipografía nueva para la palabra «Arquitectura» que fuera más legible, con una geometría a juego con la curva, y así nació este diseño:

¿Qué les parece? ¿Les gusta?
Aprovecho la oportunidad de agradecer a cada uno de mis lectores por contar con su apoyo y hacer que este proyecto crezca y llegue a más personas. ¡Gracias por llenarme de inspiración!
Y para terminar, les dejo este mensaje motivador, que tengan un feliz inicio de semana.
